GÉNERO

Nos preocupa especialmente en el marco de la Sociedad del Conocimiento, como se mantiene la división sexual del conocimiento y del trabajo. Entendemos que esta segregación de género tiene dos consecuencias problemáticas sobre las que actuamos con criterios transversales, concretos e interseccionales. Una, dirigir a las mujeres hacia las economías del cuidado (ya sea profesional o no) infravaloradas social y económicamente a pesar de su contribución en la producción, reproducción y sostenibilidad social. Dos, privar a las mujeres de su incorporación a las economías científico-tecnológicas manteniendo una orientación cultural y educativa refractaria al interés por este tipo de conocimientos y lugares de desarrollo laboral. A Opplere le importa estrechar ambas economías, trabajando por su interdependencia, lo que implicaría, a su vez, una redistribución diferente de mujeres y hombres en el ámbito del conocimiento y en los mercados de trabajo. Sobre todo, una resignificación del valor de lo que hacen y saben las mujeres independientemente del tipo de trabajo o de especialización que ellas desempeñen.